Se trata de la magnitud que relaciona la variación de la velocidad con el tiempo y se mide en metros por segundo al cuadrado (m_s2). Es el resultado de promediar las mediciones en ambos sentidos de un ejercicio de aceleración al máximo de las posibilidades del coche sobre un firme horizontal de referencia. No hay reglas fijas en la obtención de las cifras; cada maestrillo -y cada coche- tiene su librillo, aunque, en líneas generales, podemos decir que la aceleración lineal depende, principalmente, de la relación peso _ potencia y de la capacidad de los neumáticos para transmitir la fuerza del motor al suelo (motricidad). Cuando la velocidad disminuye, hablamos de aceleración negativa.