Existen dos tipos: el primero de ellos es el de gasolina, una válvula propia de los sistemas de inyección de este carburante, cuya misión consiste en estabilizar la presión suministrada por la bomba, así como mantener la fuerza en el circuito, incluso con el motor parado. Este término también designa a las baterías del automóvil, una pila electro-química que sirve para almacenar energía eléctrica