Sustancia que reduce el rozamiento entre dos superficies en fricción mediante una fina película. En automoción, esta función es realizada generalmente por un líquido, el aceite, aunque puede haber lubricantes semisólidos como las grasas y sólidos, como el nylon o el grafito. Además, el lubricante que se utiliza en el motor también sirve para refrigerar las zonas del mismo expuestas a temperaturas muy altas.