Medición del nivel de presión de ruido percibido a la altura de la cabeza del ocupante del asiento delantero derecho sobre una superficie de referencia a una velocidad constante. Se expresa en decibelios: a mayor valor numérico, mayor ruido. No existe una legislación respecto al ruido en el interior del habitáculo, a pesar de estar normalizado; la normativa sólo impone restricciones al ruido exterior.